domingo, 7 de agosto de 2011

Hay que ser felices

El hombre al haber sido llamado a la existencia ha sido llamado a la felicidad, por ello buscar la felicidad debe ser su principal tarea existencial . Lo cual nos lleva a no comprender porque algunos se empecinan en ser infelices. Es como si tuviera la clara y distinta idea de no disfrutar la vida y de sufrirla hasta el extremo. En este contexto quiero dejar claro que el amor tiene que ser una experiencia que posibilite la felicidad. Una experiencia afectiva que nos haga infelices no se puede llamar amor y tiene que ser revisada de manera exhaustiva. Esto lo digo pensando en tantas relaciones de pareja que viven un infierno y que creen que lo viven por amor. Algunos hasta justifican su sufrimiento en su relación con Dios, lo cual es realmente herético. Dios nos creo para la felicidad, su Hijo murió en la cruz para que fuéramos felices. Ahora tenemos que tener claro que muchas emociones placenteras se parecen al amor. Algunos creen que poseer a unas personas es amarla, cuando es todo lo contrario, ya que el amor exige total libertad. Otros creen que desear sexualmente a otra persona es amarla reduciendo el más sensible de los sentimientos a unas descargas físico-químicas. No faltan los que creen que sus inseguridades, sus miedos que se expresan en unos celos paranoicos son frutos del amor. No. Nada de eso es amor, y no se puede pretender construir una relación duradera sobre esas manifestaciones del afecto, en algunos casos afectos patológicos. Si dejan que el amor se confunda con esas experiencias estoy seguro que no habrá felicidad y más bien estarán atados a los dolores.
El amor supone por lo menos tres características: decisión del que el otro sea feliz y ser realice como persona, total libertad del otro y solidaridad. Seguro que tienen otras más pero quiero enfatizar estas.
1. Nadie puede decirme que ama si no hace todo lo posible porque yo esté bien y pueda ser feliz. Se necesita un alta manifestación de amabilidad, de benevolencia, de querer que el otro puedo sonreír. Si el otro me maltrata de palabras y de acciones, omite acciones para que yo no pueda disfrutar la existencia y gozar cada una de las experiencias diarias, es porque no me ama. No olviden que lo que definen son las acciones y las obras. Me pueden decir muchas palabras lindas y bellas pero si las acciones las niegan no puedo creer. El que me ama busca que me afirme como ser, que me pueda realizar, que pueda expresar lo que siento y pienso teniendo mis propios ideales y sueños.
2. No le pertenecemos a nadie. No podemos dejar que nadie nos absorba de tal manera que nos niegue la posibilidad de decidir. Si tienes que pedir permiso a tu pareja para expresar tus ideas, si tienes que dar cuenta de qué haces y dónde estás, si controlan lo que comes o no comes, si no puedes disponer de recursos, es porque no eres libre en la relación y estás siendo poseído. Esa es la vida de un esclavo, no la de uno que está unido a otra por amor. No se puede dejar de ser quien se es por amor a otro, eso equivaldría a que la otra persona no me ama a mi sino a la idea de mi que tiene en su cabeza y que me está imponiendo. El amor confía, cree, motiva al otro. Se le abre espacios y se está seguro de que el otro quiere lo mejor. No hay discurso que pueda justificar estas actitudes, que normalmente expresan la inmadurez emocional del otro y su inseguridad patológica. Sólo quien no cree en el otro tiene que amarrarlo. El que ama de verdad lo hace en la libertad.
3. Comprendo la solidaridad como un ejercicio de reciprocidad. Los dos se ayudan a dar lo mejor. Se complementan, se apoyan y asumen construir la vida como un proyecto común. No son enemigos, ni competidores, ni tienen que negarse los recursos para seguir adelante. Se tienden la mano para agarrarse y juntos llegar a las metas propuestas.
Espero que estas características nos ayuden a pensar que es el amor y como vivirlo, y a dejar atrás cualquiera manifestación que se parezca el amor pero no lo sea. Se trata de ser felices. Esa es la tarea y las relaciones son para eso. Insisto se trata de vivir en la armonía de ser dos siendo uno. Se necesita valentía y firmeza para decir esa no es la manera como quiero vivir y tomar una decisión. Vuelvo a decir en nombre de Dios no se puede esclavizar a nadie, Dios nos quiere libres.

7 comentarios:

Ana maria dijo...

Padre me gustaron sus palabras en realidad dicen toda la verdad, gracias por cada dia ayudarme a salir adelante :D

cgama6 dijo...

Padre no se imagina como me ayudan sus palabras y como me reconfortan. Gracias por la compañía en twitter

Narelloz dijo...

¡Libertad es entonces amar, amar la libertad de ser libres y hacer la guerra por el hecho de ser libres y amar!

¡Ser libre es reconocer la capasidad de amar y ser libre!

Nareloy.

Narelloz dijo...

¡Está hablando de amor en pareja, que es, de una persona que encuentra en una mujer lo más grande que Dios le puede dar, pero que a sú vez sabe que la felicidad está en estado en que se encuentra, llamemosle solteria y que puede encontrar la felicidad en ese estado y que no lo descarta el amor!

Nareloy.

Andrea dijo...

Padre, me reconforta tanto esta reflexion pero al tiempo me llena de dolor porq estoy haciendo con mi relacion todo lo que no debo hacer, tengo muchas problemas estoy entre la espada y la pared, necesito su guia espiritual, por favor ayudeme, se lo agradeceria enormemente

Yudy Alarcon dijo...

Padre necesito su ayuda, mi famiia no va bien, estoy muy confundida, no se si lo que vivo es amor, siento que no tengo libertad en todo sentido.

LIA dijo...

Padre Buenos días,
Su escrito tiene toda la razón,realmente la felicidad y el amor no son sólo palabras bonitas, va más allá.
Gracias por sus mensajes,son alimento de vida.