Una de las experiencias más extrañas que voy teniendo en la vida es ir constatando que a las personas que más ayudas son también las que más problemas te causan y hasta, en ocasiones, se vuelven tus enemigos y tratan de dañarte. Lo que al principio es un favor, luego se vuelve una obligación; que si no sigues ayudando te puede causar las peores consecuencias.
Al que ayudas con ganas y ánimo no responde con la misma actitud, sino que -a veces- tiene actitudes totalmente contrarias a las que esperas y que explican por qué les estaba yendo mal antes de tu intervención. Si le invitas a trabajar contigo y no hace bien las cosas; entonces le pides que se vaya, ahí inventa lo que sea para demandarte y hacerte pagar con creces tu buena intención de ayudarlo. No te extrañes que pronto olvide que le ayudaste, que cuando se sienta fuerte se haga tu mal competidor y busque dañarte y acabarte. No se te haga raro que tu ayuda sea criticada y hasta ridiculizada por el exigente “necesitado” que no acepta cualquier ayuda.
El Padre García-Herreros con su ironía -propia de la escuela francesa a la que pertenecemos- decía: - Qué extraño que este me ataque tanto; sino le he hecho ningún favor.
Y Los Diomedes –el papá y el Dionisio- Gritan en La Gran Verdad: “Hubo una vez que yo tuve un gran amigo, y sin pedirle nada a cambio lo ayude, y tengo a Dios de mi lado y de testigo, que yo quería en futuro verlo bien…ahora el quiere verme hundido porque ya se le olvidó, y no se acuerda ni un poquitico, que el lo sacó adelante fui yo…”
Parece que es una dinámica de vida: aquellos a los que ayudamos, terminan siendo nuestros enemigos o atacándonos y haciéndonos infelices. ¿Qué hacer? Esa es la pregunta. Varias respuestas.
Podríamos decidir ser los peores seres humanos y no ayudar a nadie. Es decir, para no tener enemigos cercanos, no ayudemos a ninguno. Simplemente hacer lo que nos toque bien y punto. Pero esa no es una actitud sana. No puedes ser igual al que se comporta mal. Tú eres, y quieres, ser distinto, mejor y ser de bien. Creo que debemos seguir ayudando, siendo consciente de las posibles consecuencias, haciéndolo de manera inteligente y sana. Sin violentar límites y sin esperar más de lo que realmente la gente puede dar. Ayudar con desinterés, con amor e intensamente. Analizar y tratar de entender por qué le está yendo tan mal; esto nunca es gratis y siempre hay algunas razones en la manera de ser de esta persona. Seguro hay más variables que influyen en este resultado, aunque nos cueste aceptar que le esté yendo mal, a pesar de ser el mejor de los trabajadores, la mejor de la persona, el más aplicado. Hay algo que no funciona, eso es cierto. Hay que sospechar de esos malos resultados, de lo contrario podrás comprobar con muchas preocupaciones y dolores que era así. Lo que más me anima a hacer el bien y tender la mano al necesitado es que el Dueño del Apartamento Azul sabe bien qué hay en nuestros corazones y qué quisimos hacer. Decidimos seguir ayudando a pesar de lo que nos vendrá de vueltas, pero sabiéndolo hacer.
También es importante reflexionar cómo somos nosotros mismos. No podemos quedarnos en la lógica de mirar siempre y sólo a los demás. ¿Cómo eres tú? ¿Eres agradecido, leal y sabes responder adecuadamente ante la ayuda de los otros? ¿Cómo te comportas ante aquel que estás ayudando? Muchas veces somos quienes ocasionamos que los otros actúen mal, cuando en vez de ayudar lo que hacemos es humillar y hacerles sentir que somos superiores. Eso hay que analizarlo y tratar de ver. Estoy seguro de que nada justifica el comportarse de manera desagradecida y desleal; pero hay que revisar bien cómo actuamos frente a los otros.
Lo cierto es que tenemos que trabajar más en torno al valor y la virtud del “agradecimiento”. Tenemos que ser agradecidos y enseñar a otros a serlo. Sin esa actitud de agradecimiento no hay verdadera humanidad. Creo que lo que más me hace humano es poderle decir al otro Gracias, y decirselo con la vida y cada uno de mis actos. La lealtad al que nos ayuda debe ser eterna. No digo sometimiento, ni lambonería digo lealtad verdadera, de ojos abiertos y palabra clara pero corazón agradecido.
domingo, 16 de octubre de 2011
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16 comentarios:
me encanto espectacular me levanto el animo y me abrió los ojos muchas gracias que Dios te siga bendiciendo como lo ha hecho hasta ahora
Es muy cierto lo que indicas Padre Linero, es característica del ser humano ser ingrato..... Jesús predicaba y amaba su pueblo y sus mejores amigos lo entregaron...... Es una lástima porque en ocasiones nos volvemos ciegos y sordos para no meternos en problemas
Es verdad Padre, muchas veces ayudamos a las personas que amamos, como a nuestra famiia, y vemos con gran dolor como ellos devuelven ese cariño con ingratitud, con desleatad, con chismes, sinceramente duele mucho Padre, al punto que la fe y el amor por esas personas se empieza a desvanecer.
Es cierto Padre...pero tal vez esa persona que ayudamos, no sea agradecida, pero Dios nos envía otra persona para ayudarnos a nosotros y esto compensa lo mal que nos hizo sentir la persona que ayudamos y que no fue agradecida. Al escucharlo cada día siento que Dios nos habla a través de usted y por eso lo bendigo y le agradezco su esfuerzo de cada día.
Que bonita y real reflexion, yo al igual que Usted he estado en los dos bandos, he ayudado y me han ayudado y la verdad padre despues de leer este texto encuentro que sin quererlo quiero creer esto a las personas a las que he ayudado las he hecho sentir mal, porque con un comentario, una mirada, u gesto les he hecho sentir que son una carga la cual no debo llevar, por eso pido perdon a Dios y a las personas que he lastimado con esta actitud y que estan muy cerca ami, las amo con el corazon y debo hacerles sentir que son importantes para mi y que lamento mucho haberlas lastimado.
Gracias Padre por esa linda reflexion.
Patricia Mejia Zuluaga
Padre, gracias por ese texto, es muy cierto, porque ayudamos a personas que creemos tenemos una cosideracion mutua y en el fondo terminan lastimando nuestra buena intencion y ante todo cualquier vinculo afectivo con ella
Padre, cada vez que leo un texto suyo me abre nuevas esperanzas y comprendo muchas cosas con mas claridad, Gracias a Dios que coloca en cada palabra suya sus mensajes para que podamos entender lo importante que es él en nuestra vida siempre y lo que debemos amarlo y respetarlo y serle fiel y leal con el corazón en la mano. Gracias gracias. Bendiciones Padre.
Muy acertada la reflexión! Lo cierto es que nosotros mismos muchas veces dejamos de agradecerle a Dios, a la vida y a las personas que generosamente nos brindan su ayuda porque creemos que es una obligación. La Lealtad y el agradecimiento deben ir siempre de la mano, por eso aprovecho para enviarle un fuerte abrazo y decirle gracias por esas palabras de aliento que siempre nos regala. Dios lo Bendiga. Y espero Que en sus oraciones estemos mis hijos y yo, por favor no nos olvide. (Laura, Adriana, Daniel, Juan Manuel jr y papá).
Padre, un saludo. MIL FELICITACIONES POR LAS PALABRAS, DEFINITIVAMENTE LA MANO DE DIOS LE PONE EL PINCEL Y EL ESPITUD SANTO SU RENGLON.
Gracias Padre Alberto es una gran virtud de saber que el que mas da es el que va a recibir mas bendiciones estamos acostumbrados a solo pedir y pedir... la Palabra de Dios nos guia en que cada dia con sus mensajes de Amor es para aprovechar el tiempo y que estamos es de paso por esta tierra, Pido Oracion por Venezuela desde la ciudad crepuscular barquisimeto una ciudad musical de Venezuela lo esperamos en el año entrante con el favor de DIos
Gracias padre Alberto, por esta reflexión.
PADRE SOY LUIS EDUARDO AVENDAÑO VELEZ, FUI ALUMNO DE UD EN LA UNIVERSIDAD DEL NORTE DE COMUNICACION SOCIAL, UN ALUMNO QUE ME RECUERDO Y ME DA VERGÜENZA, CON TODO LO PROBLEMATICO QUE FUI EN SU CLASE Y HOY DIA NO SE IMAGINA POR TODOS LOS PROBLEMAS QUE HE PASADO Y LA UNICA PERSONA QUE TIENE LAS PALABRAS EXACTAS Y QUE ME RAGALAN TODA LA PAZ, SON LAS PALABRAS QUE DIOS ME MANDA POR MEDIO DE UD. SIMPLEMENTE LE QUERIA AGRADECER POR ESTAR PENSANDO SIEMPRE EN LAS PERSONAS QUE LO NECESITAMOS. GRACIAS PADRE LINEROS ERES UN BACAN
hola padre me llamo Mairyn Herrera y tiene toda la razón los amigos aveces no nos dicen eso por no lastimarnos pero no aprendamos nada es mejor q nos digan la verdad en la CARA q no sean HIPÓCRITAS q nos digan lo q piensen
milagros
ciertamente debemos primero vernos nosotros, casi siempre ayudamos a otros demasiado conscientes de que Dios nos mira y eso suma en nuestra cuenta de buenas acciones, no lo hacemos de corazon y desinteresadamente como deberia ser
yo siempre he pensado y lo he confirmado tristemente que a las personas que mas he ayudado mal me han pagado, no se porque siempre sucede eso y duele mucho ver como mal pagan despues de haber recibido mi ayuda con amor y desinteres
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