domingo, 12 de septiembre de 2010

Más allá de la actitud

Es muy común hoy ver cómo nuestra sociedad hipervaloriza el tema de la actitud, por eso no es extraño que muchos motivadores digan “la actitud lo es todo”. Afirmación que puede sonar sugestiva; pero que no es exacta, pues no es cierto que baste con la actitud, se necesita algo más. Según John Maxwell la actitud “es el sentimiento interno que se expresa a través de la conducta externa,” es la proyección exterior de lo que se siente dentro. Es la manera cómo expreso ante lo otros la manera cómo me veo a mí mismo, lo que siento por mí y si creo o no en mí.

Como nos damos cuenta, esto es algo importante y fundamental, pero no es suficiente. Si fuera por actitud, yo sería el mejor jugador el mundo, porque tengo una buena auto-imagen, porque tengo autoestima y autoconfianza. Es decir, me proyecto como alguien que tiene la seguridad de triunfar, ¿pero por qué no alcanzo a ser el jugador que tanto soñé? Muy simple, porque me hacen falta “aptitudes”. Esto es, aunque tengo una buena actitud, no tengo todas las aptitudes que se requieren para driblar, pasar bien la pelota, anotar los goles y ser el “Messi” que quiero ser. Luego entonces, una buena actitud sin aptitudes no alcanza, no es suficiente. Y recordemos que las aptitudes son objetivas, se muestran claramente.

Por ello nos hacemos un flaco favor si sólo nos dedicamos a trabajar la actitud, es necesario ver nuestras habilidades, nuestras destrezas y darnos cuenta cómo las podemos potenciar, es decir, cómo nos podemos hacer aptos, para entonces si poder triunfar.

¿Cuánta gente sale de una conferencia de motivación feliz y creyendo que lo puede todo, pero cuando al día siguiente se enfrenta a un problema y se desmorona, perdiendo todo el impulso que traía? Mucha gente. Y sabes por qué si no le dicen a uno cómo puede hacerlo y volverme “apto” para hacerlo, el discurso no será más que eso un buen discurso y ya.

Por eso, cuando converso sobre esos temas pongo tareas a las personas y les recuerdo que tienen que conocer sus habilidades y destrezas para que las puedan usar en función de la dificultad que están teniendo. Con discurso no se disimula la falta de algunas habilidades y destrezas. Estas se pueden ver, medir, comprobar. A veces me duele cuando veo gente que canta muy mal y tiene una buena actitud diciendo: voy a salir adelante porque me lo he propuesto; cuando lo que tiene que hacer es aprender a cantar bien, porque sin eso no lo podrá lograr. Si bastara con hablar te aseguro que ya jugaría en el Barca porque hablo bien, pero ustedes saben que pateo mal.

Que no se confunda la auto-confianza con la aptitud. John Maxwell lo dice de esta manera: “Si crees que puedes hacer algo eso es confianza. Si lo puedes hacer, eso es aptitud. Ambas son necesarias para tener éxito. Una excelente actitud puede ayudarte personalmente pero no puede ayudarte posicionalmente”.

Recuerdo el ejemplo de un amigo de muy buena actitud para la vida y algo orgulloso, que estando niño llego con sus compañeros al primer día de educación física que iba a hacer en la piscina. El profesor lo primero que hizo fue preguntar quiénes no sabían nadar. Mi amigo creyó que con la actitud se podía y no levantó la mano. El profesor pitó tres veces y todos se lanzaron a la piscina olímpica, y allí tragando algo de agua comprendió que se necesita algo más que la actitud, que se necesita tener una aptitudes concretas. Si no hubiera sido porque el profesor se dio cuenta, hubiera muerto ahogado.

Otro tema que nos ayuda a esclarecer más el tema es el de la experiencia, esta tampoco puede ser desestimada en nombre de la actitud. La experiencia, dice Maxwell, es un maestro muy duro porque se da la prueba primero y las lecciones vienen después, por eso cuando una persona con experiencia se junta con una persona con dinero, la persona con experiencia recibirá dinero y la persona con dinero conseguirá la experiencia. Los años y el hacer en ellos te curten de un conocimiento profundamente importante, de unas capacidades técnicas y de unas percepciones más adecuadas. También la experiencia hay que valorarla en su justa medida.

www.elmanestavivo.com
www.yoestoycontigo.com

10 comentarios:

Unknown dijo...

Gracias Padre Linero, no dejo de escucharlo todas las mañanas y de leer sus libros. Usted de una manera sencilla y creativa nos ha invitado a acercarnos a Dios, a actuar bien. Me gusta su alegría y espontaneidad. Padre, Dios puso estos medios para comunicarnos mas fácilmente y me parece súper que usted los utilice para difundir la palabra de Dios entre todos nosotros. Un abrazo desde Ibagué.

lilivar dijo...

Es mi compañia todos los días al empezar el día, es mi guia y fortaleza, gracias por estar hay todas las mañanas, estoy un poco triste por que le escribí un e-mail. y nunca me lo contesto, un abrazo Liliana Vargas desde Ibagué, y espero que ore mucho por mi hijo Tomas David, que lo necesita mucho.

lilivar dijo...

Es mi compañia todos los días al empezar el día, es mi guia y fortaleza, gracias por estar hay todas las mañanas, estoy un poco triste por que le escribí un e-mail. y nunca me lo contesto, un abrazo Liliana Vargas desde Ibagué, y espero que ore mucho por mi hijo Tomas David, que lo necesita mucho.

lunasg dijo...
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lunasg dijo...
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lunasg dijo...
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sayes dijo...

Padre buenas noches, hace poco escucho la emisora minuto de Dios; ahora la escucho todas las mañanas en especial su programa, me parece claro y sincero. Me gustaria comunicarme con usted para lograr una conferencia en mi trabajo.
María de los angelitos...¡Un abrazo fraterno!

Oriana Abraham dijo...

Shalom, Alberto.
Ocasionalmente veo tu programa en tele Caribe. Siento que regreso a casa, mi tierra que està en mi alma y que en 30 años apenas visitè una vez.
Me frustra enormemente no poder aportar o controvertir en tus charlas, que me encantan, pero que a veces se me antojan a medias o apenas vistas desde la retòrica y no desde la màs compleja profundidad del ser, tù sabes, desde allì donde las palabras amables no tienen validez porque enmascaran realidades que subyacen en el diario vivir de toda la gente, sin excepciones. Palabras que deberìan usarse excentas de tanto moño y maña del hablar social que nada tiene què ver con el hablar de la Verdad, la verdad del ser individual que se niega intentar confrontarse a sì mismo y sus reales problemas tan sòlo porque nadie se atreve a "definirlos" con las palabras correctas, esas que te hablan sobre la gravedad, la intensidad y las verdaderas raìces y posibilidades de resolver, abandonar, destruìr, superar u obviar el problema, sea cual sea.

En tu escrito, que ya se me embolatò por allì, (te advierto que soy un hìbrido entre corronchos y paisas)encuentro que defines muy bien la diferenca entre la actitud y la aptitud, tambièn de la valìa de la experiencia, pero me encantarìa que a tu manera la complementes con el asunto del "querer, el desear profundamente lo que se hace" y "la intenciòn que motiva y da razones de ser a un deseo especìfico o una meta".
Soy terapeuta en medicina alternativa y observo que muchos de mi pacientes, de hecho, yo misma en un tiempo, sufren demasiado sabiendo que "Pueden", que "Tienen La Actitud" (Lo cual es casi una paradoja) y para ser francos, "Hacen todo lo que se espera de ellos" pero nunca "Lo que Quieren" porque estàn motivados por paradigmas y motivaciones "ajenas", heredadas cultural y generacionalmente, pero no nacidas de su propio ser. Viven en un enfermizo afàn de complacer a sus màs descarados y perversos detractores (que en su mayorìa son quienes "deberìan" amarlos y aceptarlos como son), otra paradoja, hasta perder su salud, su deseo de vivir y las razones valederas por las que se deberìa continuar. Muchos se autoproclaman exitosos, lìderes confiables, empresarios productivos y bla, bla, bla, pero cuando estàn a solas no saben quiènes son, què realmente quieren, para dònde van (lo cual los mantiene en serio mortificados a nivel mental y espiritual) y como si fuera poco, tan sabiondos, ignoran los sìntomas, las señales que les dicen que ya no dan màs y no pueden resolver sus problemas por cosas tan sencillas como que les cuesta hablar "la cruda verdad", asumirla, confrontarla, enfrentarla, controvertirla, pisotearla de ser preciso, morirse si es necesario (me refiero a anular y cambiar sus paradigmas) como pidiò Jesùs Cristo, y, en fin, hacer lo necesario, tan sòlo porque se ignora "Còmo definir, con què palabras exactas, el problema o asunto".
Corto ya porque si no seguirìa y la idea es que lo escribas tù. Estarè pendiente.
Un abracito y un "huepajè". En cuanto a los protocolos, què te dijo, ¡No los esperes de mì! que me aterran, me imposibilitan para ver a la gente de verdad.

Oriana Abraham

Unknown dijo...

Hola Padre! le escribo desde Caracas,para agradecer su presencia en mi hogar todas las mananas, es reconfortante escuchar la palabra de Dios,al amanecer, recibiendo sus consejos y bendiciones, y tambien muy importante sus tareas, unas mas faciles que otras de realizar, pero cuando me salgo de ellas, hablo con usted y le digo "Padre disculpame que me sali de la tarea, pero es que a veces es dificil" y me rio, pero lo mas importante es que usted esta siempre presente guiandome en mi dia a dia, y tratando cada dia de hacerlo mejor.Y quiero terminar este mensaje, aunque solo queria que fuese de agradecimiento hacia usted y hacia Dios, pidiendole nos encomiende mucho a Venezuela y a los venezolanos, al "due~o del apartamento azul" para que nos proteja y nos bendiga en estos duros momentos que estamos enfrentando, que nos envie la Paz y la Reconciliacion que tanto requerimos!
Mil Gracias Padre y que Dios lo siga bendiciendo! Saludos cordiales desde Caracas Venezuela:)
Maria Elena Gonzalez

SEÑORA DE LAS CUATRO DECADAS dijo...

Gracías padre Alberto por ese ánimo que le pone a la vida, esa chispa que lo caracteriza, esa alegría con que nos habla cada mañana, que hace que aunque estemos tristes o desalentados sonriamos y creamos que Dios existe y nos ama; Gracias padre son hermosos sus sermones en las eucaristias, por favor nunca cambie siga insistiendo que "El Man Está vivo". Un abrazo y que Dios lo siga bendiciendo. Miryam