martes, 14 de febrero de 2012

Pruebas de Dios

Los test están de moda. Hay para todo. Y cada vez nos gustan más. Están los que sirven para saber si los aparatos electrodomésticos sirven y ayudan a verificar la relación «calidad-precio». En otros test se miden las facultades intelectuales de los estudiantes. Hay test para saber si supuestamente eres compatible con otra persona para ser pareja. Hay test para saber si tu pelo está reseco. O para descubrir la capacidad de adaptación de un empleado. Por medio de un test se acorrala a un candidato para comprobar su capacidad de resistencia. Hasta en las redes sociales hay test para todo. Uno ve que la gente contesta encuestas de todo en el facebook y cree en los resultados de esos test: que si tu novio te es infiel, llena esto y sabrás… que si eres más inteligente que el promedio, responde las preguntas… que si eres más lindo que el resto del planeta, manda tu foto y será calificada.

Y esto de probar y de probarse no es algo nuevo. Al ser humano le fascinan las supuestas pruebas y cree en los resultados ciento por ciento, como si ellas garantizaran todo. Por eso a Jesús lo probaron siempre. La gente le pedía señales a donde iba para demostrar que era el Mesías. Es más, hasta último minuto podemos oír las burlas al pie de La cruz: «¡Ha salvado a otros y no puede salvarse a sí mismo! Es rey de Israel: pues que baje ahora y creeremos en el!». Ultima prueba y último test que esperan que supere; pero Jesús no aprobará el examen de recuperación: morirá. No como ahora que los estudiantes son malos todo el año y recuperan en un minuto lo que no estudiaron el año completo. Jesús no, Él muere para convencer a todos de que esa es una lógica equivocada, esa del odio y esa de estar siempre probando a Dios.

¿Habrá confirmado Dios la decisión de los hombres? Hasta los discípulos dudaron. Someter a Dios a prueba... ¡Que nos dé garantías y aceptaremos (¿quizás?) comprometernos! Que demuestre la rentabilidad de lo que propone. y respetaremos sus exigencias! Someter a Dios a prueba, conocer de dónde viene y adónde nos lleva, calcular y sopesar lo que el ofrece y lo que nosotros damos, en lugar de abandonarse y entregarse.

El único test que Dios soporta es el riesgo de una palabra que se da y la locura de una vida que se compromete. El amor no se mide; no conoce otro modo de probarse que su propia existencia. Era La fiesta de las Tiendas, en la época de la vendimia, es decir, de la cosecha de la uva.... Jesús ya había aceptado la prueba. Irá al lugar de la cruz. El vino sólo existe para ser tomado, no tiene sentido si se almacena eternamente.

Yo no quiero ponerte a prueba con nada, Dios tampoco quiere eso. Pero sí quiere verte feliz, sí quiere que te sientas contento de lo que eres y lo que haces. Dios quiere que seas feliz de verdad, con todo, sin quedarte jamás con las manos vacías. Es momento de encontrar el camino, de decidirte a andar por él, sin estar probando, sino con una decisión: lanzándote a vivir de verdad, con la única certeza de que estás intentando de verdad algo bueno para ti, para tu vida, para tu proyecto.

Sólo la certeza de tu corazón podrá decidir a qué le apuestas; y eso es algo que va más allá de las comprensiones, de las pruebas, de los grados de fiabilidad que tenga algo, porque escapa a la comprensión racional. No estoy diciendo que no sea racional, sino que, al contrario, incluye elementos y dimensiones humanas que se suman a la razón y que sumadas son más, elementos tan importantes y definitivos que definen también nuestra humanidad.

5 comentarios:

dianaq03 dijo...

Hermoso Padre! Dios nunca nos pone a prueba y al contrario nosotros cada día dudamos de su amor y de lo que el nos tiene en nuestro futuro para ser felices!

Luis Armando Morales Garcia dijo...

amen!

anamcepeda dijo...

Padre, definitivamente todas sus palabras dan en donde son. Hay personas que están en la misma condición que yo, que perdimos a nuestros hijos, a lo que más hemos amado en toda la vida y sin explicación alguna; y muchas de esas personas aún piensan que eso es un castigo o una prueba de Dios y se alejan de él. Pienso que cada día Él nos da la oportunidad de elegir nuestro camino, mi camino desde que mi hija partió hace casi 20 meses, es refugiarme en el infinito amor que siento y ser feliz con ella como parte de mi y a la vez hacer felices a los que están a mi alrededor para sentirme satisfecha, realizada y para que cuando nos encontremos me diga: ¡Mami, eres una berraca!.

Sandra Patricia dijo...

Padre, esta vez si no comparto del todo su escrito, ya que yo si creo que Dios nos pone a prueba y son pruebas muy duras donde se madura un precio muy alto dado que se sufre muchisimo, de hecho yo estoy pasando por una etapa de desierto donde he llegado a creer que Dios no me escucha, le pido misericordia y que me vea con ojos de amor que me levante ese castigo por llamarloi de alguna manera pero pasan y pasan los dias y la situacion no cambia, me desespero, pienso cosas espantosas, me deprimo pero luego vuelvo y pido piedad, misericordia, no se y no entiendo si hay gente que es tan mala y tiene todo porque los que somos medianamente cumplidores de la Ley de Dios tenemos que pasar por situaciopnes tan dificiles, pasar necesidades, vivir carencias. No es falta de Fe es realmente que la afliccion, las necesidades, la desesperanza hacen que termine creyendo que si es una prueba puesta por Dios y no se que tan bien pueda salir cuando la verdad he pensado cosas espantosas, soy fiel a Dios pero no entiendo su designios en mi vida.

anamilenab dijo...

Mateo 13:1-23 23 »Finalmente, las semillas que cayeron en buena tierra representan a los que oyen el mensaje y lo entienden. Éstos sí cambian sus vidas y hacen lo bueno. Son como esas semillas que produjeron espigas con cien, con sesenta, y hasta con treinta semillas.»