Mucha gente me pregunta ¿cómo perdonar? Todos queremos saberlo hacer para vivir libres de toda culpa. Hoy quisiera comenzar la aventura del mes de Octubre proponiéndoles unos elementos sencillos para tener en cuenta en ese proceso de aprender a perdonar:
1. Toma conciencia de que todos necesitamos ser perdonados. Saber que no existe nadie perfecto entre nosotros que nunca ha fallado, nos lleva a ser más proclives al perdón. Así como en más de una ocasión tú has fallado otros lo pueden hacer, y así cómo tu has pedido y has necesitado que te perdonen otros hoy lo están pidiendo y necesitando.
2. Relativiza la situación. No puedes magnificar cada situación y dejar que el dolor te obnubile y te haga creer que ese acontecimiento lo es todo. Muchas veces son más las percepciones que tenemos de la situación que lo que objetivamente pasó. Ubicar cada situación en su tiempo, en su lugar y en nuestro proyecto de vida nos ayudará a abrirnos a vivir una experiencia de perdón.
3. Trata de comprender al que te dañó u ofendió. Estoy seguro que cada persona actúa lo más lógico y racional posible según la información y las posibilidades que tiene en ese momento. Me cuesta creer que la gente es mala por ser mala y punto. Estoy seguro que lo más probable es que si nosotros tuviéramos esas características.
4. Recuerda que quien primero se beneficia de vivir el perdón eres tú mismo. Que al perdonar quedas libres de sentimientos interiores que te dañan y te hacen infeliz. Recuerda la frase que hemos repetido una y otra vez: El resentimiento es el veneno que se toma uno para se muera el otro.
5. Pide a Dios todos los días que actúe en ti para que puedas vivir la misericordia constante con tus hermanos.
Sé que no es una fórmula mágica pero sé que nos ayuda mucho a iniciar ese proceso de perdón. Te invito a reflexionarlo y hacerlo realidad en tu vida. Compártelo con tus amigos y traten de enriquecer estas claves de vida. De hecho si en el compartir encuentras nuevas ideas compártelas conmigo en palbertojose@hotmail.com estaré atento a leerte.
Gracias por estar leyendo ese blog, para mi es muy importante sus comentarios porque me ayudan a ir retroalimentándome. Espero que se hagan fans de nuestra página. Animo. Se feliz.
Mostrando entradas con la etiqueta felicidad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta felicidad. Mostrar todas las entradas
sábado, 24 de abril de 2010
jueves, 6 de noviembre de 2008
SOY LIBRE, NO TENGO QUE AGRADAR A NADIE

Dios nos ama con amor incondicional. Esa es la verdad más fuerte e importante de toda la vida. Hagamos lo que hagamos igual nos quiere. Somos salvados por su amor. Es un regalo no la compramos. Por eso es que nunca estamos solos. Hago el bien porque es mi esencia hacerlo y porque regojo lo que siembro, no porque con el esté ganándome a Dios.
Sé que estás acostumbrado a ganarte el amor de los demás; y que, para hacerlo, muchas veces tienes que ponerte caretas, mimetizarte en lo que no eres y, de rodillas, mendigar un poco de atención. Sé que esta sociedad, en la que vivimos, te ha acostumbrado a huir de la soledad y “engancharte” emocionalmente o “adjuntarte” a cualquiera, bajo cualquier pretexto, con tal de no estar solo. Sé nos han hecho creer que no somos valiosos si no tenemos tal o cual característica física, tal o cual profesión, tal o cual manera de vestir. Nos hemos gastado la vida buscando razones para que los demás nos amen y, por eso, le tenemos miedo a estar solos; olvidando que hay Uno que nos ama de manera incondicional y que siempre está con nosotros.
Hoy quisiera liberarte de cualquier esfuerzo por hacerte amar de Dios, pues te ama y punto. No tienes porque hacer de tu vida un ejercicio continuo de conquistar su amor ese ya se te regaló en la cruz, en su hijo Jesús. Anselm Grün lo dice así: “No te preocupes de si eres Justo. Poner la mirada en Jesucristo, que murió por ti en la cruz, te libera de esos pensamientos. Eres amado incondicionalmente. El amor de Jesús te hace justo. Eres valioso. Eres recto y justo ante Dios”.
No hay razones posibles que se puedan aducir para que Dios te ame. Como dice el salmista “¿si llevas cuenta de los pecados quien podrá resistir?” No hay razones humanas posibles que nos hagan justos ante Dios. Si fuera por nuestras acciones ya estaríamos perdidos y nadie merecería el amor de Dios. ¿Quién puede ser justo con sus acciones ante Dios? Estoy seguro de que el estrés, la angustia, los complejos, el fanatismo, la infelicidad, entre otras enfermedades actuales, no son sino el resultado de los que sueñan con ganar el amor de Dios a través de sus acciones. Como bien dice Grün: “En Jesucristo Dios nos ha mostrado otro camino: el camino de la fe. Si creemos en Jesucristo, que por nosotros se hizo hombre para quebrantar el poder del pecado, quedamos libres del poder esclavizante de la ley. Entonces experimentamos otra manera de llegar a ser justo. Ésta es la aceptación incondicional por parte de Dios, aceptación que se hace visible en la cruz de Jesucristo…Somos libres. A partir de ahora podemos confiar en que somos amados por Dios no porque aduzcamos un rendimiento ante Él sino porque Él mismo nos ha demostrado su amor en Jesucristo”. ¡Ah, no tengo que justificarme ante nadie! ¡Tengo que ser libre viviendo en el amor y creyendo en el Señor! Decepcionar a los otros no siempre es un acto malo y equivocado, alguna veces es lo mejor que puede pasar. ¡Qué emoción liberarme del peso de vivir aparentando y exigiéndome lo que no puedo dar!
Que quede claro algo: No sé te está dando licencia para hacer y deshacer. No vayas a creer que las obras no tienen sentido, y que ser bueno es lo mismo que ser malo, ya que ese no es el sentido. Se te está recordando que es lo central de la vida y se te está librando del peso de tener que vivir como los otros quieren, como los otros exigen o como definitivamente no quieres vivir. Quien ama y se siente amado no hace nada destructivo, de eso estoy seguro. El mal siempre es fruto del no-amor, del no sentirse amado ni no saber amar. Quien ama y se siente amado permanece en el amor.
Se te está invitando a ser tú mismo. A vivir según el Espíritu. “Vivir desde el Espíritu significa vivir desde la propia profundidad, sede lo originario, desde el yo más íntimo. A partir de ahí crecerá el bien en nosotros… No somos esclavos de nuestro propio rendimiento ni de las expectativas que nos encaminan a nosotros mismos, de la presión que ejercemos sobre nosotros mismo para hacerlo todo perfectamente de tal manera que Dios esté contento de nosotros”. Ya Él me ama y eso me hace plenamente libre. Que nadie me pida que haga lo que ellos quieran, sólo haré lo que descubro desde Dios, lo que me hace feliz y ayuda a mis hermanos a ser felices.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)